La semana pasada vimos los ocho primeros consejos de esta serie, relativos al consumo de calefacción y, como lo prometido es deuda, hoy traigo los ocho consejos que faltan para sobrevivir a este invierno sin que la cuenta corriente se te quede congelada:
- El aislamiento de la vivienda es un punto clave para ahorrar en calefacción. Piensa que realizando pequeñas mejoras en el aislamiento puedes ahorrar hasta un 30% en calefacción y aire acondicionado: el doble cristal en las ventanas reduce hasta un 50% la pérdida de calor y el material que más ayuda a mantener una temperatura estable es la madera.
- Si eres un inquilino obviamente no vas invertir en aislar bien la casa porque no es tuya, pero puedes fijarte bien en ciertos detalles antes de alquilar: revisa las rendijas de puertas y ventanas, el sistema de aislamiento de las ventanas, posibles humedades cubiertas… Si ya estás instalado en el piso, hay pequeños trucos como la colocación de alfombras, que permite reducir la pérdida de calor por el suelo.
- El deshumidificador: ese gran invento. Cierto es que no sustituye a la calefacción, ya que su función no es dar calor, sino eliminar la humedad del ambiente haciéndolo más confortable. Así, en climas costeros que no son nada extremos (como nuestro microclima vigués) gracias a este artilugio podemos prescindir de usar la calefacción hasta ya entrado el invierno. Entre sus aplicaciones más conocidas está la de ponerlo cerca del tendal para ayudar a esa colada que parece no querer secarse nunca y yo os recomiendo la siguiente: ponerlo en la habitación una hora antes de ir a dormir, con la cama abierta para que le quite la humedad a las sábanas.
- Aprovecha las horas de luz al máximo. Deja persianas y cortinas abiertas durante el día en las ventanas que reciban sol y mantenlas cerradas durante la noche para evitar la pérdida de calor acumulado.
- Ventila las habitaciones lo justo: 10 minutos es un tiempo suficiente para renovar el aire sin llegar a enfriar las paredes y el suelo.
- Es de sentido común que, en invierno, haya que estar dentro de casa con un jersey o una chaquetita y con calcetines. No puedes pretender que tu casa sea Hawaii (ni Bombay) en pleno mes de enero. Es hora de echar mano de la bata y la manta en el sofá, las camisetas térmicas interiores y los calcetines gorditos. Y tanto para estar en casa como para fuera hay unas bolsas de calor instántaneo muy útiles para días fríos que cuestan como mucho 3€ y son reutilizables.
- Y en la cama, otro tanto de lo mismo: sábanas de franela, pijama invernal y bolsa de agua/arena caliente. Algo que hace mucha gente al llegar al invierno y que me parece una idea excelente es el pasar la ducha o baño a la noche, antes de acostarse.
- Adaptar nuestra alimentación a la nueva estación con líquidos calientes (café, té, sopas…) y comida de puchero. Y un detalle en el que no se suele reparar y que nos ayudará a ahorrar energía es el subir la temperatura al frigorífico, ya que ahora los alimentos no necesitan tanto frío para mantenerse como en verano.
Fuentes y más información:
- “Consejos para ahorrar en calefacción” Blog En Alquiler 02/11/2015
- «¿Cómo ahorrar en la calefacción?» Blog Sostenibilidad para Todos de Acciona
- Web del IDAE
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FOTOS: Andrew Vargas, Marissa Bracke
Un apunte mío, muy bien lo de ducharse por la noche, pero ojo con hacerlo con el agua supercaliente, el calefactor a tope y luego salir al frío del resto de la casa, el cambio de temperatura es bestial para el cuerpo, resfriado seguro.
Lo mejor, aunque no sea lo más apetecible es ducharse con el agua templada, no abusar del calefactor (que además gasta una burrada) y salir del baño ya abrigaditos. 😉
¡Buen aporte, Fer! Yo también estoy de acuerdo con lo que expones 😉