Una costumbre de antaño que parece haber vuelto para quedarse es la de hacer jabón en casa. Para quienes no estéis familiarizados con esta costumbre, hace décadas era muy común que la gente se hiciera su propio jabón mezclando sosa cáustica con el aceite reciclado de freír. Hacía algún tiempo que quería probar a hacer mi propio jabón casero al estilo tradicional por dos motivos: la satisfacción de elaborar algo por mí misma reciclando desechos (el aceite) y el ahorro en comprar jabón y detergente durante una buena temporada. Vamos, que se me hacía algo fascinante ese proceso.